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Polar es el nombre que identifica a las cerveza más consumida en Venezuela, cuyo símbolo es un oso blanco, que refresca las acaloradas gargantas venezolanas.
La familia Mendoza cimentó su fortuna con la fundación de una fábrica de jabón, sin embargo el abogado Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury vio en la cerveza un mercado por explotar, así se inicia la fabricación de la bebida.
En 1945, Mendoza Fleury, construyó la planta cervecera más moderna de América Latina. Fue en ese momento que Mendoza vio otro mercado virgen en la harina precocida, esencial para preparar las arepas, comida típica venezolana.
Es así que también se aventuran en la agroindustria, de dieron el salto a la manufactura de los alimentos.
Actualmente, quien tiene el mando de la empresa es Mendoza Jiménez, nieto de Lorenzo Fleury, aunque él no está solo, la familia también está comprometida con la empresa, que tiene a su cargo más de 40 empresas y una fundación que financia todo tipo de actividades.
Los Mendoza no tienen el camino sin obstáculos, otro imperio, el de Gustavo Cisneros es más que su sombra, una pesadilla. En el 2003 Julio Santo Domingo, dueño de la cervecería Bavaria y Gustavo Cisneros compraron las acciones de la entonces cervecera peruana Backus & Johnston, cervecera que tenía también participación de los Mendoza.
El conflicto se inició cuando la familia Mendoza se quejó ante las autoridades bursátiles peruanas, de que estaban coludiéndose en su contra para impedir que adquiriera más acciones en Backus, el fin del litigio concluyó con la compra de la Cerveza peruana a Bavaria.
Hubo otras lidias comerciales por el liderazgo en la cerveza, ya que La regional de Gustavo Cisneros emprendió una agresiva campaña publicitaria y mercadeo de su bebida, esto motivo a que la cerveza Polar tome medidas inmediatas para contrarrestar dichas medidas.